miércoles, 24 de octubre de 2012

Sobre “el campo” - 2008

Sobre “el campo”  - 2008
En la segunda mitad del Siglo XX se desarrolló la llamada “revolución verde”.
La modificación y manejo de variedades de plantas, la expansión de fertilizantes y tecnología,  la expansión de fronteras agrícolas, etc. Conformaron  un proceso de salto en la producción, rendimiento y el negocio, todo ello impulsado desde los centros imperialistas, presentado como el gran avance para eliminar el hambre.
Sin entrar en analogías, sí podemos ubicar un nuevo paradigma engarzado con la “biotecnología” y los desarrollos  de fin de siglo XX. Los OGM (“organismos genéticamente modificados”) que permiten conformar especies casi “a medida” de ciertos requerimientos;  las nuevas técnicas de cultivo (siembra directa); diversos productos adaptados a esas modificaciones, etc.  Todo conformó un “paquete tecnológico” que disparó nuevas configuraciones productivas  y de inversiones: el “agrobusiness” o “agronegocio”. Hay textos sobre todo este contexto.
Desde fines de los ´80 se vienen perfilando y definiendo regiones para expandir esta producción y profundizar el desarrollo mundial del negocio. El mismo es controlado por un grupo de empresas imperialistas, integrando por un lado la producción (semillas transgénicas, pesticidas adaptados para ello: Monsanto y demás) junto a la comercialización  de granos (las grandes que controlan el comercio mundial:Cargill, Dreyfus, ADM, etc).
No vamos a desarrollar todo lo conocido sobre la “revolución de las pampas” que significó la enorme expansión y transformación del campo en la argentina. Peso sí, remarcar que es un fenómeno de inserción en el mercado mundial, dependiendo de los planes de ese mercado, no de la iniciativa del “chacrer criollo”.
Esa política ubicó, hace tiempo, al Cono Sur como sector clave: desde los 90 se libera totalmente y se da con enorme aceleración. En diez años cambia más que en los 30 anteriores. El avance arrollador del agronegocio impulsa la transformación tecnológica. El desarrollo de la explotación capitalista concentrada, lleva a la “agricultura sin agricultores” y a la necesidad del trabajo a gran escala   y al respaldo financiero.  Se da el carácter de “economía de enclave” de la soja: a diferencia de los demás cultivos, va todo a exportación. La máxima expresión de esto se vió entre 1998-2002: hubo un salto espectacular del “cluster” sojero, “revolulción de las pampas”..... y estallido del país. La reacción del “cluster” fue: donar milanesas de soja a las hordaas de hambrientos que existían fuera del circuito de campos cultivados, rutas y puertos de exportación.
El enorme crecimiento de la soja implicó no solamente la exportación de granos sino una elemental industrialización: harinas, aceite. Eso es parte de la política a escala regional. Por eso se da la expansión de la frontera agrícola no solamente en la Argentina, sino también en Bolivia, Paraguay y Brasil. La compra de enormes extensiones, la ocupación directa, la compra de pueblos, se da en todos los países. El proyecto de la Hidrovía desde el Mato Grosso (dragan para permitir el traslado de barcazas gigantes, para grano, hierro, etc, durante las 24 hs.,todo el año),implica una brutal transformación de sectores de la cuenca del Paraná. Las mismas empresas cerealeras conforman parte de los grupos de transporte. En este contexto se ubican las grandes transformaciones, impositivas, modificaciones urbanas para que construyan sus instalaciones, con una enorme concentración. Las plantas de molienda se expanden aún más allá de la capacidad de producción argentina, enmarcadas en ese plan de traer por el río, mucho más barato, producción del Cono Sur. En el país se da también que controlan tramos de FFCC. No hay que descartar que se desarrollen tramos ferroviarios por la saturación por camión.
Estas empresas comercializan toda la exportación del país: comprar la producción a los productores, manipulan los  pagos de retenciones (son el “agente recaudador” del impuesto, intermediarios entre el productor y el Estado). Hacen maniobras de evasión, subfacturación, declaran compras meses antes de efectivizarlas: por ej., Cargill transfería a “Cargill Uruguay”, y ésta exportaba a China.
Es coherente la comparación, en un trabajo del INTA, con las “maquilas”, las fábricas instaladas por empresas imperialistas para superexplotar mano de obra y recursos en México.
Tienen los rendimientos de la tierra, gran productividad, caasi sin mano de obra, recursos ilimitados como el agua, transporte, puertos y ningún control. Todo ello en el marco de controlar el mercado mundial, manejar los mercados “a futuro”, o sea especular con los precios internacionales, con el manejo de divisas y un tipo de cambio muy favorable.
Es evidente que algunos puntos porcentuales de retenciones no modifican esta estructura, que es la base sobre la que se asienta la inserción de la Argentina en el mercado mundial.
Vamos a varios años, aparentemente de precios altos y de gran demanda, todo lo cual favorece ampliamente los planes de estos grandes dominadores de la producción y el mercado. Debajo de ellos está el Estado, los productores y ahí es donde están laas contradicciones.

 

Crisis económica mundial

El desequilibrio de la economía mundial configuró un nuevo escenario. No se ve una situación del estilo “gran depresión”, ya que no se va a repetir, pero no hay que perder de vista que hay una brutal crisis. No tiene expresiones apocalípticas pero tampoco se la difunde en todas sus facetas. Es un rompecabezas, un muestrario de fragmentos que es necesario combinar. No podemos ni sabemos hacerlo, pero es un hecho que entramos en un nuevo ciclo, que se manifiesta a partir de la crisis del sistema financiero mundial. El epicentro es EEUU y su transformación política en curso, y la de su ubicación en el sistema mundial. Se está desarrollando en Europa. Se expresa en todo el mundo. En este caso específico, el de la tan mentada crisis mundial alimentaria.
Es un hecho el fenómeno del negocio financiero alrededor de los alimentos, más la demanda, los ciclos climáticos, etc. Lo concreto es que se instaló con fuerza un fenómeno alrededor de la producción agrícola, alimentos y bíocombustibles que va para largo. No vamos a detenernos en el aspecto general, pero no hay que perderlo de vista en ningún momento, ya que es la explicación última de la situación argentina, la crisis interburguesa, y va a seguir, más allá de la crisis en curso.
No solo cruje el “modelo K” y su fin de ciclo, sino que empalma con esta crisis mundial que pega de lleno en el “modelo agroexportador”. Cuesta verlo por ser diferente a las crisis conocidas en el país en los últimos tiempos: las financieras y de la deuda externa.

El conflicto “del campo”

1)      Caracterización del conflicto:
Al conflicto llamado “del campo” hay que hacerle un análisis marxista, es decir, en primer lugar, un análisis de clase, y luego de qué sector de clase, que es lo que está en conflicto y que expresa. A mi entender, el conflicto es entre la clase burguesa, entendiendo: pooles de siembra, inversores, grandes propietarios, medianos y pequeños. De un lado el gobierno y los grandes acopiadores y comercializadores (los 5) y del otro el resto del campo. No está en esta disputa el proletariado agrícola.
Estos dos sectores pelean por el reparto de la gran ganancia que está dando “el campo”. Esto se debe a una gran transformación estructural en la explotación agrícola, que se produce a partir de 1996 y se profundiza luego del 2001, que tiene que ver con los cambios tecnológicos: modificación genética de la semilla, máquinas y agroquímicos que permiten acelerar el trabajo y la superficie sembrada en forma cualitativa; respondiendo a una necesidad del mercado mundial de compra de los granos, ya que se exporta el 80% de lo que se produce.(estudio del Inta), con un crecimiento cualitativo en la producción.
Todo este proceso estuvo acompañado de medidas económicas del gobierno que favoreció “al campo”: la fundamental: el dólar alto a 3,30$ y las retenciones al 10 y 20%. El dólar alto permitió a la burguesía hacer una diferencia a favor y al gobierno y a la burguesía depreciar el salario y extraer una cuota mayor de plusvalía al movimiento obrero y sectores asalariados(devaluación). Al mismo tiempo se dibuja la inflación (conflicto del Indec) a fin de NO aumentar el salario, beneficiando a otro sector burgués: cadenas de grandes comerciantes que descargan el el pueblo que compra alimentos y ropa, su cuota de ganancia.

El conflicto se expresa a partir de la medida del gobierno de aumentar la retención al 44%. Esto recae todo sobre el productor. No sobre los comercializadores, quienes trasladan al productor lo que le cobra el gobierno de retención al hacer la operación de exportar.
Esto es lo que explica que estén siempre juntas las 4 entidades que dirigen el conflicto.
-          el sector más duro y más activo: el sector más duro es el productor de soja, que es el que más se expandió y transformó la relación con el campo: arrendatarios, arrendadores, el que más se enriqueció en este período. Este sector arrastra a la pequeño burguesía de los pueblos, que resurgió a partir del despegue “del campo”. Estos son los que reclaman “el pais federal”: jóvenes, nuevos dueños, etc.
-          Sectores enfrentados: el gobierno y los 5 grandes acopiadores y comercializadores y el “resto del campo, sectores pb de los pueblos y obreros.
-          Dirección del conflicto: las cuatro entidades. No son los que más ganan, sobre ellos recaen las retenciones. Los que se llevan la mayor tajada son los 5 y  el gobierno los favorece ya que no toca la comercialización.
-          Que se destapa: A partir del planteo de las retenciones se cuelan otros pedidos: industria lechera, ganadería, economías regionales. Esto masifica el conflicto y va cambiando los puntos que se discuten: “agenda”
2)      El Conflicto:
El conflicto es por la puja distributiva  de esta gran ganancia extraordinaria.
Esto se exacerba por la actual situación económica mundial de crisis y recesión, aumento del petróleo :crisis energética, y fundamentalmente por la crisis alimentaria mundial: necesidad de granos para los bíocombustibles, para alimentar al ganado y para el pueblo. Esta coyuntura favorece enormemente a la  burguesía Argentina en su carácter de gran exportador de estos productos: lo expresan diciendo que la Argentina tiene una oportunidad extraordinaria, que se puede ganar mucho, etc.  pero es esto mismo lo que potencia esta pelea por los puntos de las retenciones. Al mismo tiempo que, otro sector de la burguesía encarece incontrolablemente los productos de primera necesidad: alimentos.

El gobierno : El gobierno de Kirchner y el actual de CK responde fundamentalmente a la burguesía industrial y a las empresas extranjeras. No expresa al sector burgués productor del campo.
El discurso  de distribución de la riqueza para los que menos tienen es: seguir con el dólar alto y modificar algo los precios para que pueda comprar alimentos el proletariado para comer para recomponer la fuerza de trabajo. No toca el I:V;A; y dibuja la inflación.
No le pone retenciones a otras explotaciones que también dejan enormes ganancias  como la minería, etc. Ni toca a las empresas privatizadas.
Al ser fundamental la producción agrícola para la recomposición burguesa del país luego de la crisis del 2001 y tener tanto peso económico sobre todo en este último período, entra en crisis este esquema de representación política.
Al principio,  manejó muy mal la medida desde el inicio: lanzó la medida de laas retenciones móviles con la circular 125, luego el tono y los discursos y la utilización de sus activistas y dirigentes en la misma línea terminó de embarrar y volcar la opinión pùblica en contra. Al mismo tiempo se mantiene duro con la medida  y poco resolutivo: la situación se dilata dos meses: con cortes de ruta, asambleas, desaabastecimiento y ultimamente el corte de la exportación del trigo.

La movilización se masivizó y endureció en semana santa, el tema “del campo” tomo estado público y hoy se han popularizado temas específicos. Al mismo tiempo el gobierno es criticado por su inflexibilidad y diletancia, y por el manejo de la caja que extrae al campo para “hacer política”. Hoy se puede afirmar que el gobierno esta en crisis: 1) colapsó el “modelo” o plan económico del gobierno de Nestor Kirchner (dólar alto, inflación dibujada, salarios acordados con CGT). Colapsó el equilibrio burgués..

 2)  Cuestionado por “el campo” y sectores pequeño burgueses del interior y urbes.
3)      Cae Lustó y otros ministros desgastados y la presidenta cae la imagen.
4)      Se divide la burguesía: una apoya al gobierno, la otra le exige que cambie
5)      Surge oposición política: arco opositor amplio y disímil pero que influyen en el apoyo al campo y crítica al gobierno.
6)      El movimiento obrero y popular no salió aún, está espectante, base que votó a CK.

Luego, hoy, 30-06-08, a 4 meses de iniciado, se ha modificado el cuadro: el gobierno cede y se muestra negociador, va ajustando el discurso y planifica máas concretamente la política sobre la producción agrícola y las retenciones, y, ante la falta de consenso social y la pérdida de poder político, envía el proyecto al congreso. El pj, no se divide, pero expresa distintas posiciones, algunos gobernadores como jSchiaretti, Reuteman, y Felipe Solá y diputados, máas negociadores con el campo, como forma de ir negociando una salida dentro del régimen burgués.

3) La izquierda
Hay que remarcar que este es un conflicto de la clase burguesa y del gobierno peronista burgues.  Si bien es un conflicto que impregna todo el país y toda la economía, no es un conflicto por los  intereses  del proletariado, tanto agrícola como urbano.  El proletariado y amplias capas populares  se ve afectado por él en tanto y en cuanto afecta al conjunto de la economía, el desabastecimiento, la suba de precios etc.
El proletariado agrícola no se ha expresado autonoma e independientemente en este conflilcto, ha ido atrás de la dirección burguesa del campo, sin plantear sus reivindicaciones específicas, se puede deducir que ha apoyado a la burguesía, a laas 4 entidades y a los piquetes burgueses de los pueblos, probablemente, también, obligada por los dueños de los campos en los que trabajan y por la posibilidad de perder el trabajo. Por lo que sea, no se expresó independientemente.
Los pequeños productores, también se han alineado detrás de la dirección burguesa del conflicto.
Al ser una puja interburguesa,  no hay que meterse en el asunto de las retenciones, si sí o si no, si fijas o móviles, o diferenciadas para el pequeño productor

Los sectores de la izquierda que plantean el apoyo al pequeño productor  y contra el gobierno, ponen lo de la junta nacional de granos del gobierno de Perón, unos ; y ni con el gobierno ni con el campo, otros. Levantan el programa de Perón, del Iapi, del precio sostén del trigo.
El MST, IS, y CS están con los pequeños productores, apoyan al campo, tratando de diferenciar con los pequeños productores, plantean lo de las retenciones diferenciadaas para este sector y levantan el programa burgues del PJ de Perón.
El PCR está con el campo.
El PTS y PO ni con el campo ni con el gobierno.
El PC está con el gobierno.
La CTA, se dividió: un sector está con el gobierno: De Petris. Y otro sector: De genaro, está con Eduardo Buzzi.

Pienso que hay que: denunciar a los  grandes comercializadores y al gobierno (connivencia)
                                 Reforma agraria de los latifundios y nacionalización de la tierra con control obrero
Nacionalización del comercio exterior:   el productor le vende la cosecha al Estado burgués nacional y este es quien comercializa al exterior y no las grandes acopiadoras imperialistas
Control de precios e inflación por los trabajadores .
Y un programa obrero del campo: derogación del estatuto del peón. Blanqueo de los trabajadores del campo. Paritaria, donde una parte de la gran ganancia vaya al salario obrero y a mejoras sociales: salud, educación, etc.

Pienso, también, que para sacarle el discurso al gobierno de la redistribución de la riqueza, para los que menos tienen, etc. Y al mismo tiempo a los del campo, que no quieren que les saquen la plata para hacer política o caja,   habría que hacer una gran campaña contra el hambre y dado que la Argentina es gran productora de alimentos para exportar, que se exporta casi todo lo que se produce, y para que esto no vaya ni al gobierno ni a otro sector burgués como Mastellone, habría que decir algo así como que el alimento , base de sustentación del pueblo que trabaja todos los días y de la gran masa de miserables y hambrientos que hay y vemos a diario, tiene que ser gratis, que haya centros de distribución de alimentos básicos, como leche, huevos, pan ,  y carne que se puedan distribuir en estos centros a los que se presenten con el recibo de sueldo, el recibo de jubilado o el carnet de beneficiario de planes sociales. Que el acopio de alimentos y la distribución esté en manos de los trabajadores de esos gremios.  Y que los pequeños productores de leche, huevos etc. Sean los distribuidores al pueblo. Que no los distribuya el gobierno, ya que éste lo que hace es dar subsidios (dinero) a otro sector de la burguesía, que monopoliza (leche) y  controla y forma precios (cadena de comercializadores formadores de precios y especuladores). Esta va a ser la única forma de que no terminemos importando leche como dice De Angelis.

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