jueves, 25 de octubre de 2012

SOBRE ELECCIONES NACIONALES DE C.T.A. - SETIEMBRE DE 2010

SOBRE  ELECCIONES NACIONALES DE C.T.A.       -  SETIEMBRE DE  2010 -
Es correcto diferenciar CGT  de  CTA?  Sí.  Es  diferente su relación con la burguesía y el Estado.
La tradicional burocracia vandorista-miguelista gira  en los años 90, acompaña el llamado “neoliberalismo” y  cambia su vínculo histórico pasando a roles empresariales. La  CTA surge, en parte, como reacción a este proceso y también como expresión de las transformaciones “democráticas” post 80, que también presionan  sobre la vieja estructura de la CGT
La  dirección histórica es un desprendimiento de la burocracia ubaldinista. De Gennaro siempre  fue un hombre de la iglesia( del  seno de la CTA surgió Custer como embajador argentino en el vaticano, con el gobierno K).
Esa dirección histórica (toda: desde De Gennaro y Mary Sánchez  hasta Yaski) no es una dirección “que a veces ha quedado pegada a sectores burgueses”: siempre han estado supeditados a sectores burgueses. Siempre cumplieron el rol de bloquear cualquier giro a posiciones independientes o clasistas de todos los que rompieran con la burocracia.
Si se quiere plantear en esos términos,  su momento relativamente más progresivo fue en los ’90. Y el más regresivo (y cualitativo) fue el de 2001-2002, frenando la movilización independiente, demostrando claramente su carácter.
La ruptura de esa dirección, con entrecruzamientos de sectores en todo el país, responde a los realineamientos con sectores políticos burgueses. No hay uno “más progresivo”  que el otro. La política debe ser la delimitación de todos ellos.

NECESIDAD  (Y OPORTUNIDAD) DE LA LISTA OPOSITORA
                           Es correcto el planteo de reivindicar una central “clasista” frente a una central “general” como la actual, con enorme caudal de afiliados “individuales”. La política de nuclear o integrar a desocupados derivó en la realidad actual de la ingerencia del Estado y sus funcionarios.
                           Es correcto presentar una lista con un claro perfil de independencia de los proyectos  políticos patronales. Y con un perfil democrático: asambleas/elección de delegados/candidatos por sector/proporcionalidad estricta en todos los niveles.
                  Se plantea(ba) una oportunidad: una elección en una central sindical nacional, con voto directo y sin lista única (hecho sin antecedentes en el m.o. argentino). Además una elección muy politizada, que pone todos los temas en debate.
                 Todo ello, aún en el marco de un proceso sin alza en las luchas, ni radicalización. Una lista antiburocrática permitiría dejar planteada la alternativa para el próximo período, en el cual inevitablemente se van a profundizar las contradicciones entre los dos sectores mayoritarios. El objetivo central es el de prepararse para el trabajo de pelea por la dirección en las estructuras, ya que la elección en sí será fraudulenta y manipulada por los dos sectores burocráticos. Es evidente que sólo una lista unificada, frente a 1 y 10, podría impactar en sectores de la vanguardia y además golpear sobre las corrientes de izquierda que van con la lista 1 de Micheli.
Una vez más, el centro de la cuestión fue el ordenamiento de la lista. Como en casi todas las elecciones, de cualquier tipo, hay que ver si hay “acuerdo”. Como casi siempre, no hay “acuerdo” y  por lo tanto, no hay lista.
La presentación de 3 listas de perfil “trostkista” frente a 2 de la burocracia expresa un profundo contenido: no se trata de que estas corrientes sean “autoproclamatorias” o sectarias (que lo son), sino  su  enraizado aparatismo y burocratismo.
                                  El centro absoluto, al cual supeditar todo lo demás, era una gran campaña nacional para elegir candidatos en cada lugar. Hacer asambleas, reuniones, plenarios, plebiscitos, reuniones zonales o regionales, lo que fuere.
Y si no hay “acuerdos”: no hay otra forma de resolverlo? : una votación en la base. Una elección como una interna. Un plebiscito. Nunca, en ningún tipo de elección, aplican ese método. (Sólo se conforman listas si hay “acuerdo” en las reuniones entre dirigentes: salen de la reunión y comunican si hubo acuerdo o no).
Ese aparatismo profundiza la esterilidad, que a su vez lo sigue alimentando. Nunca proponen (al menos alguna vez, para salir de la rutina interminable) una elección, una interna, o lo que salga, a que gane el que mueva más vontantes, pero que permita demostrar un método diferente a la vanguardia y a la base.
Además, si el objetivo es obtener “rédito” o mayor influencia, se debe entender que, (para una corriente que se considere revolucionaria) ello no será necesariamente para el que ocupe el puesto 1 en la lista, y que luego los demás capitalizarán en orden decreciente, según el “puesto” que les tocó.
Eso no es así. Ese mecanismo formalista es típico del aparatismo. El que sea más audaz en llevar a fondo esos métodos, aunque le toque perder en esa elección, será el mejor ubicado para el (supuesto) verdadero objetivo: la pelea por la dirección en las próximas luchas.
              sobre el candidato de Fate, más allá de la mayor o menor representatividad de la asamblea: el centro era una campaña, en todos lados: “Hagamos como en Fate”. Pero lo único que hicieron fue, inmediatamente, pretender imponerlo  como cabeza de la lista nacional: o se acepta eso o no hay lista común. Tomando una  apariencia de resolución democrática, se hacía una maniobra.
                          Para la pelea futura en Fate y en el neumático, era más importante una lista nacional unificada, con todos los sectores,aunque ellos no la encabezaran, con votaciones en todos lados para elegir candidatos, antes que una lista débil entre varios otras, pero con  una compañer de Fate como primero. (Además, en una central en la cual el neumático es una fracción muy pequeña frente a docentes y estatales)
UN CASO ESPECIAL:  SUBTE
La experiencia de los últimos años del Subte ha sido de lo más importante en lo que hace a organización y democracia sindical. Todo el proceso del cuerpo de delegados ha sido un gran ejemplo y un gran aprendizaje.
La metodología del sector Pianelli para el ingreso a CTA marca un corte. Y se pagará caro. Ya nada será como antes en el Subte. Va a primar la división, y se parecerá cada vez más a un sindicato “normal”.
(no tenemos elementos para evaluar, pero es muy probable que el sectarismo y aparatismo de las corrientes “trotskistas” favorecieron el avance de la CTA, que responde, en el fondo, a la situación general del país y del m. obrero)
La metodología que venimos planteando permitiría contraponerla con nitidez al método Pianelli, que aparece con su candidatura entre gallos y medianoche.
El ingreso a la CTA debió haberse votado en la base: de un modo similar al plebiscito. Una vez culminado ese proceso, se plantearía la participación en listas de la central. Por eso es correcto no participar en la elección. No se trata de “abstencionismo” sino de rechazar la maniobra y la política burocrática  del “hecho consumado”.
Una vez más, lo central de una política revolucionaria, no es la elección en sí misma, sino como nos preparamos y formamos direcciones para la lucha (de qué sirve en el subte llamar a votar “listas clasistas” que no llevan candidatos del subte?  y no los llevan porque ….el subte no votó pertenecer a CTA)
Es un grave daño a la unidad lograda con el método democrático de estos años, lo que provoca la cuña burocrática instalada en el subte.
La presentación de las 3 listas es un retroceso, no un avance. Es una condena a la esterilidad, a la dispersión, cuando la burocracia dejaba una brecha como nunca antes. (los 2 sectores de la burocracia pueden plantear: nos tratan de burocrátas fraudulentos y se presentan más listas trotskistas que de las nuestras)

Post elección
Están acordando como resolver esta crisis. División? Es más probable que no rompan formalmente, aunque es un hecho que se profundizaría su actuación independiente.
Era la oportunidad para la lista de oposición a la burocracia (de haber existido) para salir con todo frente a este colapso de la CTA.
Ahora las listas opositoras fijan posiciones sobre fraude, acefalía y hacen propuestas del tipo de “congreso de delegados con mandato”. Esas posiciones son ultra-propagandísticas y estériles al ser propuestas por quienes fueron incapaces de organizar un congreso de delegados…de ellos mismos para conformar una lista democrática y representativa.
De haberse dado algún proceso de ese tipo, hoy se podría aparecer con más fuerza y con alguna autoridad para concretar iniciativas frente al colapso de la CTA (que, insistimos, va más allá de la elección en sí, y que se va a profundizar).
           [ Digresión:  es de muy difícil resolución el tema de la izquierda trotskista. El MST avanza en un proceso de adaptación a los sectores como Solanas: de su planteo antisectario se desvía al oportunismo.
El peso logrado por PO en estos años no permite ningún avance. Es el paradigma de la secta, con una cristalización histórica.  La dinámica que adquirió el PTS está enchalecada por su  lógica de secta. Que estos dos grupos nacional-trotskistas sean lo más fuerte del trotskismo en el país refuerza el carácter nefasto del proceso de nuestra corriente.]
La política de la CTA, puntualmente, es una buena expresión de su impotencia política: c/u hace su lista con sus candidatos.       La lista 5 critica esas posiciones. Pero adoleció de la misma política burocrática para conformar la lista. El eje de la política fue, de hecho: lista encabezada por Fate o nada. El resultado es nada.

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